El lunes tuve la inmensa suerte de asistir a una conferencia impartida por el Señor D. Inocencio Arias, Diplomático y antiguo Embajador de España en la ONU, actualmente jubilado. Su charla versó sobre los conflictos de Irak y Libia, y la participación de España en los mismos; en el primero, durante el Gobierno de Aznar, y en el segundo caso, durante el Gobierno de Zapatero. Fue una charla verdaderamente esclarecedora, pues se centró en mostrar las similitudes y diferencias entre ambas guerras y además, desmintió y echó por tierra muchos de los mitos que a día de hoy, existen sobre la guerra de Irak.
En primer lugar, hizo un análisis sobre la intervención en Irak, aclarando unos cuantos temas, sobre los cuales nos han estado mintiendo y manipulando, tanto desde instituciones políticas, como sobre todo, a través de los medios de comunicación. Destacó cinco aspectos importantes de la guerra de Irak:
- Es cierto que la guerra de Irak no fue apoyada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, pero es falso que se tratara de una guerra ilegal. El Señor Arias justificaba ésto argumentando que para que una acción sea considerada como «ilegal» con referencia a lo manifestado en esta Asamblea de la ONU, ésta tiene que mostrarse contraria y condenar dicha acción, cosa que no pasó en el caso de la guerra de Irak. Cuando se propuso la intervención armada en Irak, la Asamblea de la ONU no la aprobó, es cierto, pero tampoco se mostró en contra ni la condenó, simplemente no se pronunció.
- Además de ésto, una vez que las tropas entraron en Irak, existe una Resolución de la ONU, aprobada por 15 votos a favor en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (incluidos los votos a favor de Rusia, Alemania y Francia, acérrimos contrarios al conflicto), en el cual no sólo se legitimaba la presencia de las tropas extranjeras en el territorio, sino que además, se animaba a otros países a hacer lo mismo. El señor Arias decía que le hacía gracia que muchos profesores de Derecho Internacional le contradijeran en este sentido, puesto que precisamente él había sido testigo en primera persona de todos estos acontecimientos, ya que por aquellas fechas se encontraba representando a España como miembro del Consejo de Seguridad, y estuvo presente en la votación de dicha resolución.
- Por otra parte, dejó muy claro que la creencia en esos momentos de los americanos y de prácticamente toda la ONU era que verdaderamente Sadam Hussein estaba en posesión de armas de destrucción masiva. Y defiende que había motivos más que de sobra para creerlo, pues no sólo habían habido indicios de que las tenía, sino que además, años atrás las había usado.
- Dijo que era absolutamente falso que se llevara a cabo la decisión de entrar en Irak, aun en contra de los técnicos que habían demostrado y dicho que Hussein no tenía armas de destrucción masiva, que no existían, algo que la Ministra Chacón no se cansa de decir ante los medios de comunicación, en su afán por demostrar que la intervención de España en Libia, dista mucho de la de Irak. El ex-embajador de España, como ya he dicho, parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por aquellos días, dice que eso es totalmente falso. Es mentira que se actuara en contra de lo que decían los técnicos y es más, en ningún momento éstos dijeron que no existieran esas armas. Expone que en una de las reuniones del Consejo de Seguridad, un técnico suizo que estaba al mando de la partida que se encargaba de investigar la existencia de las armas de destrucción masiva, les comunicó a los miembros del Consejo que hasta ese momento habían avanzado bastante, pero que no habían sido capaces de encontrar las armas, pero que no obstante, no podía decir a ciencia cierta que no existieran, que quizá con más tiempo, podrían llegar a encontrarlas, pero que aún no lo habían hecho. Por tanto, no es cierto que se llevara a cabo la intervención en Irak, aun en contra de todos los técnicos que estaban seguros de que no existían armas de destrucción masiva, como muchos se empeñan en hacernos creer.
- Y por último, se dice también que se produjo una división de Europa: Aznar y Blair contra el resto. Ésto tampoco es cierto. Europa se dividió, pero por la mitad. No eran Aznar y Blair contra el resto del mundo.
Una vez llegados a este punto, no le quedó más remedio que hacer una similitud entre la guerra de Irak y la de Kosovo (durante el Gobierno de Felipe González), la cual asegura que fue una guerra aún más ilegal que la de Irak y nadie dijo nada. Cosa que parece habérseles olvidado a muchos de los socialistas, de los actorcillos y pacifistas que hace unos años llenaban las calles de pancartas en contra de la guerra de Irak. Se dice que fue aún más ilegal que la de Irak porque ésta sí que fue rechazada por la ONU. ¿Por qué esta vez no se dijo nada? ¿Por qué la gente no se echó a las calles? El señor Arias lo achaca a dos motivos: el primero, que de Kosovo se veían imágenes en los medios de comunicación, cosa que hizo que la opinión pública se indignara y en cierta medida estuviera a favor de la intervención; algo que no pasó con la de Irak. Y por otra parte, en el caso de Irak, el protagonista eran Estados Unidos, y en el caso de la guerra de Kosovo, la iniciativa fue de Europa y USA tan sólo fue un actor secundario. La gente suele presentar una cierta animadversión hacia todo lo que huela a Estados Unidos, a «yankee».
En cuanto a la guerra del Libia, Inocencio Arias quiso dejar claras unas cuantas cuestiones:
- Se trata, es cierto, de una intervención aprobada por Naciones Unidas (con la abstención de China, Rusia, Alemania, Brasil y Turquía), con 10 votos a favor y ninguno en contra de los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (USA, China, Rusia, Gran Bretaña y Francia).
- Es cierto que fue aprobada por la ONU, pero con algunas reticencias y con el único objetivo de proteger a la población libia. Si el objetivo no se hubiera definido de ésta forma, la propuesta no hubiera salido adelante. Pero claro, es un objetivo algo confuso, ya que no sólo se está luchando para proteger a la población, sino también para echar a Gadafi.
- Es una operación que cuenta con el apoyo de la liga árabe, pero que también ha dividido Europa, al igual que pasó con Irak.
Diferencias entre la guerra de Irak y la guerra de Libia
- La base legal. En el caso de Libia, ha sido aprobada por la A.G. de la ONU, y en el caso de Irak ésta no se pronunció. No la aprobó, pero tampoco la condenó.
- El protagonismo: en la guerra de Libia, son los Estados Unidos los primeros en entrar, pero luego pasan a un segundo plano.
- En Irak el objetivo era encontrar las armas de destrucción masiva y terminar con el mandato de un tirano, instaurando un regimen democrático. En el caso de Libia, el objetivo era más confuso: proteger a la población libia, pero también para quitar de enmedio a Gadafi. Pero claro, ésto no puede decirse, porque si no, se estaría sobrepasando el mandato de la ONU.
- En el caso de Irak, Aznar no envió efectivos militares durante el conflicto, sino después. Sin embargo, en el caso de Libia, se enviaron efectivos militares a realiar operaciones de guerra desde el principio.
Similitudes entre ambos conflictos
- Ambos se tratan de una guerra. Por muchos que se empeñen algunos en hacernos creer, no hay guerras «más guerras que otras». La de Libia es una guerra, en el mismo modo en que lo fue Irak.
- Las dos han sido muy costosas para el Gobierno español.
- Las dos han sido aprobadas por el Parlamento español.
- El telón de fondo en ambas puede decirse que ha sido el petróleo. Pero en la opinión de Arias, tanto en ésta como en la otra, el petróleo estaba muy en telón de fondo. Las razones de USA para entrar en Irak eran acabar con Sadam, instaurar una democracia y proteger a Israel. En Libia se ha intervenido para proteger a la población, pero además, para quitar a un déspota tirano como Gadafi.
Este es a muy grandes rasgos un resumen de lo que expuso Inocencio Arias en su conferencia. Para mí, una conferencia de lo más didáctica, amena y esclarecedora. Pues a parte de todo ésto, nos contó muchas anécdotas que ha vivido a lo largo de sus años como embajador de España.